sábado, agosto 08, 2009
Pasando la página
Mi álbum es un viejo querido. Me gusta su cubierta infantil porque le resta importancia a su contenido, y así pasa desapercibido ante miradas curiosas. Sus páginas remolcan mis recuerdos al papel. Cada una de ellas confisca la imagen de una ocasión junto a las huellas de sus visitantes impregnadas en las fotos. La apatía se descuelga de sus páginas cuando las recorro, y mi vida se convierte en un dossier de remembranzas. A pesar de ello, no existe siquiera un momento en donde el presente deje de asomar su perfil y revele de manera inexorable la ausencia de un ser querido. Es entonces cuando rechazo sin apelación aquel recuerdo, e incauto en un estante escondido esas sonrisas que no prescriben con el tiempo.
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1 comentario:
! Qué hermosooooooo¡ Todo es poesía, arte, sentimiento.
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