- Pidió que le sirvieran dos deditos, pero el empleado le llevó la mano completa.
- Fue una pecadora hasta que el papa murió. Empezó a salir humo blanco y colgó el hábito otra vez.
- El reloj se detuvo y por primera vez supo que no había tiempo que perder.
- El ambiente estaba muy frío y cuando el invitado empezó a entrar en calor, lo sacaron del horno.
- Él la miró desde arriba y ella le delvolvió la mirada. Él le bajó el cierre. Era la costurera que lo esperaba.