sábado, agosto 15, 2009

Por mal camino

Ella es toda una muñeca: con carita de porcelana y zapaticos de charol; y él la dejó por otra. Y de trapo.

2 comentarios:

Francisco Pereira dijo...

Obvio..., la dejaron por no tener texturas.

Roberto Echeto dijo...

Hay muñecas de trapo que tienen su encanto... Seguro la de trapo tenía mejor "máquina" que la de porcelana.